»¿Relaciones intercambiables con los clientes? Esa no es nuestra forma de trabajo. Mantenemos un constante intercambio de información con nuestros clientes. En nuestra profesión, los resultados no se calculan mediante fórmulas matemáticas. Por tanto, siempre se corren riesgos: a veces más elevados y otras más reducidos. De ahí que se requiera osadía y confianza.
No obstante, los abogados tienden a intentar quedar bien con todos: con los juzgados, con los clientes y con los compañeros de la parte contraria. Como intentan no exponerse, a veces les falta coraje.
Así no trabajamos nosotros. Estamos dispuestos a darlo todo por usted. Aunque el viento no sople a nuestro favor. Y aunque corramos el riesgo de ponernos en el punto de mira. Nos encanta trabajar con clientes que conocemos bien, con los que mantenemos una estrecha y sincera relación profesional. Por este motivo, preferimos las relaciones duraderas: nos permiten dar lo mejor de nosotros. Medimos el éxito en años, no en beneficio económico.«